Cualquier discusión sobre pobreza debe incluir educación.
Así dicen líderes educativos y de la comunidad locales que observan que sin colegios universitarios no es probable que el nivel de la pobreza en Rochester cambie.
Pero tratar de aumentar la tasa de graduación de la escuela secundaria es un punto de vista de "foto pequeña", según el Reverendo Alan Newton, ministro ejecutivo de la Iglesia Bautista Americana de la Región de Rochester/Genesee.
"Sí, necesitamos más graduados", admitió él. Pero podemos graduar a todos los niños y si no están preparados para ir a un colegio universitario, no vamos a romper el ciclo de pobreza generacional.
Proveer apoyo y orientación adicionales de adultos que sirven como mentores podría ayudar a los estudiantes a ver cómo romper este ciclo. Sandy Parker, directora ejecutiva de la Rochester Business Alliance (Alianza Empresarial de Rochester) dijo que los jóvenes a quienes les faltan modelos de conducta de adultos, se beneficiarían de un programa como la Hillside-Work Scholarship (Beca para Trabajo de Hillside) que empareja estudiantes con mentores exitosos. Las empresas también pueden asociarse con las escuelas para proveer voluntarios que servirían como modelos de conducta para los estudiantes y ayudar a las familias a comprender el valor de la educación.
Proveer mejor orientación y mejorar las tasas de graduación de escuela secundaria y acceso a colegios universitarios están también entre las metas de la Comisión Anti-Pobreza de Richmond, VA, dijo Thad Williamson, un miembro de la comisión que es profesor asociado de liderazgo en la Universidad de Richmond.
La comisión ha empezado a crear un fondo de becas piloto que posibilitaría que estudiantes cualificados asistan a un colegio universitario del estado o la Universidad de Virginia. Además, las escuelas del distrito escolar de la ciudad de Richmond van a expandir sus servicios de orientación-consejería para estimular la conciencia de los estudiantes acerca de oportunidades de colegio universitario.
"Queremos lograr que los estudiantes en la escuela secundaria piensen sobre el colegio universitario y carrera tan pronto como sea posible", dijo Williamson.
El porcentaje de los estudiantes de la ciudad de Richmond que se gradúan de la escuela secundaria está en la mitad del 70%, lo cual es el más bajo en esta parte de Virginia. La tasa de graduación del Distrito Escolar de Rochester es 43.4 por ciento.
El Reverendo Newton observó que muy pocos estudiantes de Rochester están cualificando para programas que ofrecen educación libre de costo de matrícula en la Universidad de Rochester (UR) y el Instituto de Tecnología de Rochester (RIT). Él describió estos programas como buenos y efectivos, pero añadió que son para los estudiantes más excelentes.
Casi otros 70 estudiantes han cualificado para becas y muchos dieron el discurso de despedida en la graduación (valedictorians) de su escuela según un artículo en www.rit.edu/news/story.php?id=50630. Según los oficiales de RIT, el programa de la institución para los Eruditos de la Ciudad ha logrado una tasa de retención de 81 por ciento y 42 por ciento de sus estudiantes han promedios de calificaciones de 3.0 o más alto. Veinte y uno de los 27 estudiantes en la clase de Eruditos de la Ciudad están preparados para graduarse en mayo según la Oficina para Diversidad e Inclusión de RIT.
El otoño pasado, la UR renovó su programa Rochester Promise Scholarship (Promesa de Beca para Rochester) que ha provisto becas a más de 70 estudiantes desde que fue creado en el 2007, según www.rochester.edu/news/show.php?id=7022.
Las becas también están disponibles para estudiantes en Buffalo y Syracuse, donde los oficiales de la ciudad han recurrido a un programa nacional diseñado para ofrecer estas oportunidades para ayudar a cambiar actitudes sobre ir a un colegio universitario.
El programa Say Yes to Education (Decir Sí a Educación) que opera en ambas ciudades ha establecido asociaciones con 60 colegios universitarios y universidades para proveer becas a estudiantes cuyas familias tienen ingresos bajo $75,000, explicó Jacques Steinberg, vicepresidente ejecutivo para educación superior y comunicaciones de Say Yes. El programa ofrece también servicios abarcadores — incluyendo tutoría, programas de salud y bienestar emocional – a familias por subvenciones iniciales y recursos de la comunidad posteriores.
Say Yes comenzó con un grupo de 112 estudiantes en Philadelphia en 1987. Y desde el principio de la organización nacional sin fines de lucro que llegó a Syracuse en 2008 y a Buffalo en 2012, aproximadamente 3,600 estudiantes han seguido hacia un colegio universitario.
El año pasado, la organización celebró las graduaciones de colegios universitarios y universidades de cuatro años de la primera clase de 97 Eruditos de Say Yes de Syracuse.
Y el mes pasado, las escuelas Públicas de Buffalo anunciaron que un 66 por ciento de los graduados de las escuelas de Buffalo en el 2013 se matriculó en colegios o universidades de dos o cuatro años. Esto representa un aumento de 9 por ciento sobre el año anterior.
El modelo Say Yes todavía tiene que hacer un impacto sostenido en las tasas de graduación en Buffalo o Syracuse, observó Steinberg. Pero él dijo que la organización está animada por el aumento en la matrícula en los colegios universitarios en Buffalo como también por la reducción de la tasa de abandono de la escuela secundaria en Syracuse, que bajó de 32 por ciento en el año escolar 2009-10 a 28.9 por ciento dos años más tarde.
Incluye cobertura por Amy Kotlarz.