El Departamento de la Policía de Rochester tiene una manera nueva para combatir la crisis de los opiáceos

Los oficiales de la policía de Rochester tienen una herramienta nueva a su disposición para ayudar a frenar la crisis de opiáceos local dirigiendo a los usuarios de drogas a tratamiento.

El programa “De la Calle al Tratamiento” es una sociedad entre la ciudad de Rochester y la Rochester Regional Health (RRH, siglas en inglés) que provee al Departamento de la Policía de Rochester una alternativa al arresto de los usuarios de drogas. Mediante el programa, un usuario de drogas que es coherente, no necesita atención médica de inmediato y voluntariamente pide a un oficial que le ayude con la adicción puede ser llevado al Evelyn Brandon Center en la Avenida Lake, explicaron los oficiales.

El programa actualmente está en la fase piloto y está disponible solamente los días de la semana entre las 8 a.m. y las 4 p.m., dijo Jennie Militello, administradora de dependencia química en el Evelyn Brandon Health Center. Durante esas horas, un oficial puede llamar al número de teléfono móvil de un guardia de seguridad cuando está a punto de traer a un posible paciente. A su llegada al Evelyn Brandon Health Center, la persona es saludada y se le hace sentir bienvenida.

“Les damos la bienvenida para aliviar cualquier temor que puedan tener”, explicó Militello. “Queremos que no se sientan presionados a hacer algo. Preguntamos, ‘¿Qué desearía? ¿Cómo podemos ayudarle?’”

Si la persona busca tratamiento adicional, el personal inicia inmediatamente una evaluación de dependencia química y luego ofrece planes de tratamiento en hospital o ambulatorio, dijo. Ya que muchos de estos posibles pacientes no tienen hogar, el ingresarlos para tratamiento en hospital es imperativo porque podría ser que no retornen si se van, añadió ella.

“Si necesitan (tratamiento) en hospital, estamos trabajando arduamente … para que sean admitidos directamente desde esa evalucación”, dijo Militello.

La idea de ofrecer tal tratamiento a los usuarios de drogas surgió de la caminata “Clero en Patrulla” en el área de la Avenida Clinton Norte hace más de un año. Después de esa caminata, la Alcaldesa Lovely Warren, oficiales de la policía y de la RRH y grupos de intercesión de los barrios de la ciudad tales como el Proyecto HOPE discutieron las maneras de limpiar los barrios.

La actividad relacionada con las drogas sigue siendo un problema en varias calles cercanas a la Iglesia San Miguel en Clinton Norte, observó Miguel Meléndez, director de proyectos especiales en la Corporación de Desarrollo Iberoamericana, que supervisa al Proyecto HOPE.

“El agente catalítico (para De la Calle al Tratamiento) fue la protección de los residentes, ya que los vecinos y los niños tenían que caminar fuera de sus casas y pararse sobre jeringuillas para ir a la escuela”, explicó el portavoz de la ciudad Ted Capuano. “La conclusión es que no podemos salir de este problema mediante los arrestos”.

“Tuvimos que cambiar la manera como hacíamos las cosas”, estuvo de acuerdo el Capitán de la Policía John Corbelli, quien observó que no hay una “panacea dorada” para lidiar con la crisis de opiáceos, con la que los oficiales de la ciudad y otras organizaciones comunitarias han estado trabajando por muchos años.
“Todos tenían que mirar esto (el problema) … y encontrar maneras diferentes de pensar sobre ello” dijo

Corbelli observó que antes del programa De la Calle al Tratamiento, la única opción de los oficiales de la policía en muchos casos era llevar a los usuarios de drogas a la cárcel.

“A veces, uno necesita otros pasos”, dijo.

Encontrar alternativas para la policía era crítico para ayudar a abordar el uso de drogas, dijo Meléndez.

El “tratamiento es la mejor esperanza” para los adictos a drogas, dijo.

Los oficiales esperan que el programa De la Calle al Tratamiento pueda dirigirse a usuarios de drogas nuevos que podrían ser más receptivos a la opción de tratamiento, dijo Capuano.

“Si podemos coger a los muchachos que están (experimentando) su primer encuentro con la policía … eso podría ser suficiente para asustarles para no seguir”, dijo refiriéndose a renunciar al uso de drogas y optar por tratamiento.

Ya que el 72 por ciento de los vehículos detenidos en conexión con la posesión o compra de heroína son de fuera de la ciudad, proporcionar este tipo de tratamiento podría tener un efecto de largo alcance en toda la región de Rochester, dijo Meléndez.

“Donde esto (el programa) pueda ir a una escala mayor es muy emocionante”, dijo Militello. “Otras comunidades pueden aprender de esto acerca de cómo implantar algo similar”.

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