El papa acepta la renuncia de tres obispos chilenos

Por Carol Glatz

Catholic News Service

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Después de una profunda investigación dirigida por el Vaticano sobre abusos sexuales por parte de sacerdotes y sus encubrimientos, el papa Francisco aceptó la renuncia del Obispo Juan Barros, de Osorno, Chile, de 61 años, y otros dos obispos chilenos el 11 de junio.

Los otros dos obispos, que habían alcanzado la edad de jubilación de 75 años, fueron el arzobispo Cristian Caro Cordero, de Puerto Montt, y el obispo Gonzalo Duarte García de Cortázar, de Valparaíso.

El papa nombró a administradores apostólicos para dirigir cada diócesis mientras tanto: el padre mercedario Ricardo Basilio Morales Galindo, provincial chileno, irá a la Arquidiócesis de Puerto Montt; el Obispo Auxiliar Pedro Ossandon Buljevic, de Santiago, irá a la Diócesis de Valparaíso; y el obispo auxiliar Jorge Concha Cayuqueo, de Santiago, irá la Diócesis de Osorno. 

El anuncio se dio a saber antes de la esperada visita del equipo del Vaticano que el papa Francisco está enviando a Chile para superar la crisis de abusos sexuales en la iglesia local.

Arzobispo Charles Scicluna, de Malta, y el padre Jordi Bertomeu Farnos visitarán la Diócesis de Osorno "con el objetivo de avanzar en el proceso de reparación y sanación de las víctimas de abuso", dijo el Vaticano en un comunicado del 31 de mayo.

Las víctimas de abusos sexuales han dicho que cuando el obispo Barros era sacerdote fue testigo de los abusos por parte su mentor, el padre Fernando Karadima. En 2011, el padre Karadima fue sentenciado por el Vaticano a una vida de oración y penitencia tras ser encontrado culpable de abusar sexualmente de menores.

El arzobispo Scicluna, presidente del comité de casos de abuso sexual dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y el padre Bertomeu, un funcionario de la congregación doctrinal, tienen programado ir a Santiago del 12 al 13 de junio antes de ir a Osorno del 14-17 de junio.

La renuncia del obispo Barros viene después de años de acusaciones y preguntas relacionadas con su encubrimiento de las actividades de abuso sexual por parte de su mentor, lo que originó una ola de protestas cuando el papa Francisco nombró al entonces jefe del ordinariato castrense en Chile para encabezar la Diócesis de Osorno en 2015.

El papa defendió su nombramiento hasta principios de 2018, y dijo a los periodistas: "El día que me traigan pruebas contra el obispo Barros, hablaré. No existe ni una sola evidencia contra él. Todo es calumnia".

Poco tiempo después, el Vaticano anunció que el papa Francisco estaba enviando al arzobispo Scicluna y al padre Bertomeu a Chile para escuchar los testimonios contra el obispo Barros.

Después de recibir su informe de 2,300 páginas, que detalla la magnitud del abuso sexual en Chile, el papa se disculpó públicamente.

En una carta publicada el 11 de abril, el papa Francisco dijo que se había equivocado en su evaluación de la situación en Chile, y pidió perdón a las víctimas y a quienes ofendió. Después se reunió con los sobrevivientes en el Vaticano y desde entonces ha mantenido una postura crítica sobre la manera en la que los obispos chilenos han manejado la crisis. Pronto después, los obispos chilenos presentaron sus renuncias al papa.

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