Por Junno Arocho Esteves
Catholic News Service
SANTIAGO, Chile (CNS) — El papa Francisco llegó a Santiago el 15 de enero, la primera parada en una visita de siete días a seis ciudades de Perú y Chile, a donde llevará su mensaje de esperanza a la gente en los márgenes de la sociedad.
Al llegar a Santiago después de más de 15 horas de vuelo, el papa Francisco fue recibido por la presidenta chilena Michelle Bachelet y una niña chilena. Él le dijo a la multitud que estaba contento de estar en Chile y bendijo a los trabajadores del aeropuerto antes de ser transportado hasta la nunciatura papal, donde se alojará durante las tres noches que estará en Chile.
El papa viajará a Temuco el 17 de enero y se reunirá con los residentes de la comunidad indígena mapuche. Miembros del pueblo mapuche han pedido que el gobierno devuelva tierras que fueron confiscadas antes del regreso del país a la democracia en la década de 1980.
"No será demasiado difícil para mí en Chile, porque estudié allí durante un año y tengo muchos amigos allí y conozco bien el país. En cambio, conozco menos a Perú. Fui allí dos o tres veces a conferencias y reuniones", dijo el papa a periodistas a bordo del vuelo papal.
No se mencionó aumento de seguridad para la visita a Chile, pero tres días antes varias iglesias chilenas fueron atacadas con bombas caseras y la policía encontró otros artefactos no detonados en otras dos iglesias en Santiago. Algunos de los panfletos incluían la frase: "Las próximas bombas serán en tu sotana," y mencionaban la causa mapuche.
Antes de volar hacia Perú el 18 de enero, el papa visitará Iquique, donde celebrará Misa en la playa Lobito.
Durante su visita a Perú, del 18 al 21 de enero, visitará Lima, Puerto Maldonado y Trujillo.
Él también se reunirá con diferentes pueblos indígenas del Amazonas durante su visita a Puerto Maldonado. El bosque pluvial amazónico incluye territorios pertenecientes a nueve países de América del Sur que han experimentado deforestación significativa, impactando negativamente a las poblaciones indígenas de la zona y llevando a pérdida de biodiversidad.
En ambos países él se esforzará para restaurar la confianza y fomentar la sanación después de escándalos que dejaron a muchos heridos y enojados con la Iglesia Católica.
Poco después del despegue de Roma, Greg Burke, portavoz del Vaticano, distribuyó una tarjeta con una foto que el papa quería compartir con los periodistas a bordo de su vuelo desde Roma.
La foto mostraba un niño japonés poco después del bombardeo a Nagasaki, esperando en fila hacia el crematorio cargando en la espalda a su pequeño hermano muerto. Al dorso de la tarjeta las palabras "El fruto de la guerra" estaban inscritas junto con la firma del papa Francisco.
Antes de saludar a los 70 periodistas, el papa dijo que había encontrado la foto "por casualidad" y le causó mucha emoción.
"Solo pude escribir ‘el fruto de la guerra’. Quise imprimirla y dársela a ustedes porque una imagen como esta es más emotiva que mil palabras", él dijo.
Respondiendo a la pregunta de un periodista sobre la guerra nuclear, el papa Francisco contestó: "Sí, realmente tengo miedo. Estamos al límite. Basta un incidente para desencadenar la guerra. No se puede correr el riesgo de que la situación precipite".
El viaje a Perú y Chile es el cuarto viaje del papa a América del Sur. Él visitó Brasil en 2013 para la Jornada Mundial de la Juventud. Él viajo a Ecuador, Bolivia y Paraguay en julio de 2015. Su viaje a Colombia en septiembre fue su tercer viaje al continente como papa.