Por Francis X. Rocca
Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – En su primer encuentro, el papa Francisco recibió al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en el Vaticano, el 27 de marzo, para una discusión en la que se tocaron varios temas de tensión entre la Iglesia Católica y la Casa Blanca, incluyendo la libertad religiosa y asuntos de ética médica.
Durante una reunión, con duración poco común de 50 minutos, los dos dirigentes discutieron "cuestiones de especial relevancia para la iglesia (en los Estados Unidos), tales como el ejercicio de los derechos de libertad religiosa, la vida y objeciones de conciencia, como también asuntos de una reforma de inmigración", dijo el Vaticano en una declaración.
La mención de la libertad religiosa y objeciones de conciencia, presuntamente, se refirieron al mandato de uso de contraceptivos dentro de la nueva legislación de cuidado de salud, que se ha convertido en fuente poderosa de conflicto entre la administración de Obama y la iglesia.
De acuerdo con la declaración del Vaticano, el papa Francisco y el presidente Obama también "intercambiaron puntos de vista sobre temas internacionales de actualidad y se expres? la esperanza de que en zonas de conflicto haya respeto por la ley humanitaria e internacional y se logre una solución negociada entre las partes incumbentes".
En septiembre, el papa Francisco lanzó una campaña ostensible en contra de la propuesta del presidente Obama que se inclinaba por ataques militares para castigar al gobierno del presidente Bashar Assad por su aparente consentimiento en el uso de armas químicas. El papa le escribió al presidente ruso Vladimir Putin, anfitrión que iba a ser de la reunión de los llamados en inglés G-20 (Grupo de 20 m?ximos dirigentes de pa?ses del mundo); y en su comunicación, el Papa condenaba "la búsqueda fátil de una solución militar" y unos días después dirigió una vigilia de oración por la paz en Siria a la que acudieron unas 100,000 personas, a la plaza de San Pedro.
El Vaticano subrayó dos puntos de acuerdo entre el Papa y el presidente Obama en su política, que fueron: la reforma de inmigración, tema sobre el cual la postura de la administración de Obama se encuentra más cercana a la postura de los obispos de los Estados Unidos y más lejos del partido opositor; y "un compromiso común para la erradicación del tráfico inhumano con personas en todo el mundo".
Más tarde, ese mismo día, en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, Obama dijo que había pasado "la mayor parte del tiempo" de la conversación con el papa hablando sobre "asuntos de los pobres, de los marginados, de los que carecen de oportunidad y viven en creciente desigualdad" y de "los obstáculos a vencer para resolver el conflicto y cuán elusiva es la paz en el mundo entero", especialmente en el Medio Oriente.
El presidente Obama dijo que el papa Francisco "no tocó en detalle" el tema de la orden de uso de contraceptivos pero que en la siguiente reunión que tuvo Obama con el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado del Vaticano, "discutimos brevemente el asunto de asegurar que la libertad de conciencia y religiosa fuera respetada dentro del contexto de aplicación de la ley".
"Prometó continuar el diálogo con la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos para asegurar que se logre un equilibrio justo" sobre el asunto, dijo Obama.
Al final de su reunión con el presidente Obama, el papa Francisco le dio una edición empastada de su exhortación apostólica "Evangelii Gaudium" ("El gozo del Evangelio"), publicada el pasado noviembre. El regalo motive al presidente Obama a responder: "Sabe usted, en realidad leerí con toda probabilidad este libro dentro de la Oficina Oval, cuando esté profundamente frustrado y estoy seguro que me dará fuerza y calma".
"Así lo espero?, respondió el papa, acompañándose de una sonrisa.
El papa Francisco también le obsequió al presidente Obama un par de medallas de bronce; una, conmemorativa de la construcción de la columnada que rodea la Plaza de San Pedro que tuvo lugar en el siglo XVII; y la otra que representa un ángel portador de unión entre el norte y el sur en "solidaridad y paz fundamentadas en la justicia".
Acerca de la primera medalla, el papa dijo:"Este obsequio es del papa"; "pero esta otra medalla es un obsequio de Jorge Bergoglio. Cuando la veía, yo decía: ‘Le daré esta medalla a Obama, es el ángel de la paz’ ".
El regalo del presidente Obama que le dio al papa Francisco fue una selección de semillas de frutas y verduras procedentes del jardín de la Casa Blanca, dentro de una caja hecha de madera reciclada que se usó en la construcción de la basílica del Santuario Nacional de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María de Baltimore, que fue la primera catedral católica erigida en los Estados Unidos.
"Y si tiene usted la oportunidad de ir a la Casa Blanca, también le podremos enseñar nuestro jardín", dijo Obama.
"Por supuesto", respondió el papa.
Los organizadores del Encuentro Mundial de Familias de los EE.UU., que tendrá lugar en el mes de septiembre de 2015, han expresado su esperanza de que el papa Francisco asista al evento, que podría servir de ocasión de una visita de estado a los Estados Unidos.
La visita de Obama al Vaticano se incluyó dentro de un viaje internacional de seis días con escalas en Holanda y Bélgica y estaría programada para terminar en Arabia Saudita. El día anterior de la reunión con el papa Francisco, el presidente Obama se había reunido con representantes de la Unión Europea y oficiales de la OTAN en Bruselas en donde se trataron respuestas económicas y estratégicas ante la invasión de Ucrania por parte de Rusia a principios del mes.
La caravana motorizada del presidente Obama entró al Vaticano pocos minutos después de las 10 de la mañana, bajo cielos nublados y con temperatura que oscilaba en los 50 y pico grados. El arzobispo Georg Ganswein, prefecto de la Casa Papal, salió a recibirlo en el patio de San Dámaso del Palacio Apostólico, para conducirlo después al Segundo piso del edificio, en donde está la biblioteca privada del papa, seguido de su séquito en el que se contaba al secretario de estado, John Kerry; Susan Rice, consejera de seguridad nacional y el embajador Ken Hackett, representante de los Estados Unidos ante la Santa Sede.
El Papa salió a saludar al presidente fuera de la biblioteca unos pocos minutos antes de la hora fijada de las 10:30.
Dentro de la biblioteca, los dos dirigentes se sentaron a ambos lados del escritorio del papa, cada uno con su respectivo intérprete. Por medio de su intérprete, que lo fue monseñor Mark Miles, se le podía escuchar decirle al presidente: "Me gustaría que usted se sintiera aquí como en su casa".
Durante un intercambio extenso de apretón de manos, al finalizar la reunión, Obama le dijo al papa: "Mi familia tiene que estar conmigo en esta jornada. Han sido muy fuertes. Rece por ellos, por favor; se lo agradecería mucho".
Después de la reunión con el papa, Obama se entrevistó con el cardenal Parolin por más de media hora. Kerry, Rice y el arzobispo Dominique Mamberti, ministro de relaciones exteriores del Vaticano, también participaron en la reuniséquiton.
Según la administraciséquiton de Obama, se requiere que casi en todos los planes de seguro de salud, incluidos los servicios que ofrecen la mayor parte de universidades y agencias católicas se cubran esterilizaciones, contraceptivos y algunas medicinas que inducen aborto; todo lo cual est? prohibido por las enseñanzas morales de la iglesia. El episcopado de los Estados Unidos se ha opuesto rotundamente al mandato del uso de contraceptivos y ha rechazado las exenciones como inadecuadas.
La legalización de la práctica del aborto y las investigaciones con células embriónicas plurivalentes, que Obama apoya y las enseñanzas de la iglesia no aprueban, también han sido fuente de conflicto entre el presidente Obama y la iglesia, desde el principio de su administración, y fue uno de los mayores temas de discusión durante la visita del presidente Obama, en 2009, con el papa Benedicto XVI.
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