Por David Agren
Catholic News Service
CIUDAD DE MÉXICO (CNS) — El obispo de Matamoros, al otro lado de la frontera de Brownsville, Texas, ha expresado preocupaciones después de dos explosiones en cuatro días en iglesias de la región.
"Con esto, lo que inicialmente parecía un incidente aislado, toma un nuevo giro, preocupándonos profundamente, ya que los fieles y la ciudadanía en general tienen derecho a un ambiente seguro, tanto en sus hogares como en los lugares de reunión", decía un comunicado firmado por el obispo Eugenio Lira Rugarcía.
"Por eso, hacemos un llamado a las autoridades y a la sociedad en general a seguir trabajando en la edificación de una comunidad en la que se reconozca, respete, promueva y defienda la vida".
Un artefacto explosivo, descrito por la diócesis como casero, fue detonado durante una Misa el 4 de marzo dentro de la iglesia San Antonio de Padua en Matamoros "sin causar heridas ni daños materiales".
La explosión ocurrió después de una similar el 1 de marzo en la catedral Nuestra Señora del Refugio. No se reportaron heridas ni daños en la catedral, aunque la diócesis inicialmente dijo que la explosión sucedió por una botella de ácido que cayó al suelo.
Nadie ha tomado responsabilidad por fabricar o dejar los artefactos. Las autoridades estatales de Tamaulipas no han identificado sospechosos de las explosiones.
Los incidentes ocurrieron mientras México experimenta violencia y delitos por carteles narcos, incluyendo secuestros y extorsión.