ROCHESTER — Ali Abdulkadir Ali de Rochester pasó casi un mes en un hospital en Columbus, Ohio, recuperando de las lesiones que sufrió durante un tiroteo el 17 de abril que resultó en la muerte de sus mejores amigos.
Dijo que su hermano, Omar Abdulkadir Ali, 25, y un amigo de su niñez, Mohamed Deq, 21, estaban en Columbus para un torneo de soccer de un fin de semana. Los tres hombres habían dejado a otro amigo y estaban sentados en un auto estacionado cuando le dispararon. Omar murió en el tiroteo y Deq murió más tarde de sus lesiones.
Un portavoz del Departamento de la Policía de Columbus dijo que no se ha arrestado a sospechosos y la búsqueda de un motivo continúa como parte de la investigación en marcha.
El 15 de mayo, una semana después de haber sido dado de alta del hospital, Ali Abdulkadir Ali estaba en su casa con su madre, Sadir Jeylani, y habló con El Mensajero Católico acerca del tiroteo y sus secuelas. Lloró cuando él y otros miembros de la familia contaron el incidente que cambió para siempre la vida de la familia, que es originaria de Somalia.
"Llegamos aquí (en 1998) después de seis años en un campamento de refugiados para mejorar nuestras vidas", dijo su hermana, Hani Abdulkadir Ali, la mayor de los 10 hijos de la familia. "Pasamos a través de las pruebas, las deshidrataciones, inaniciones para venir a este país para trabajar duro y mejorar nuestra familia. Entonces, algo como esto sucede. Duele".
Lo que ha ayudado a la familia a lidiar con su dolor es el apoyo recibido de la comunidad de Rochester, incluyendo los feligreses de la Iglesia de la Comunidad de la Catedral. El Padre Keven McKenna, rector, dijo que los feligreses conocen la familia a través de Mary’s Place, un ministerio para refugiados de la Comunidad de la Catedral donde otro pariente de Ali trabaja. Los feligreses han donado casi $2,900 para ayudar a la familia, dijo el Padre McKenna.
"Realmente lo aprecio", dijo Ali Abdulkadir Ali respecto al apoyo de la comunidad.
Pasar por la tragedia ha "sido duro pero al ver a las personas ayudándonos nos hace un poco más alegres", añadió.
Ali Abdulkadir Ali y los miembros de la familia dijeron que permanecen en estado de shock por la tragedia. Dijo que él estaba dormido en el asiento trasero del auto justo antes de que el tiroteo empezara y despertó para ver a uno de los tiradores fuera de su ventana. Fue herido en la mandíbula inferior y jugó muerto hasta que los tiradores huyeron. A la misma vez, oró para que su hermano y amigo no fueran heridos. Cuando se dio cuenta de que ellos habían sido heridos, corrió para buscar ayuda.
Hani Abdulkadir Ali dijo que ella estaba tratando de llamar a Omar el 17 de abril después de que la familia y amigos escucharon del tiroteo en Columbus. Entonces, dos oficiales de la policía llegaron a la puerta de su madre para decir que Omar había sido asesinado y que Deq y Ali Abdulkadir Ali estaban en condición crítica. Deq murió de sus heridas cinco días más tarde, dijo ella.
Ali Abdulkadir Ali explicó que una bala entró la parte inferior de su cara en el lado izquierdo, rompiendo su mandíbula. Tuvo dos cirugías y traqueotomía durante su hospitalización y probablemente necesitará más cirugía para reparar la herida abierta en su mandíbula y reponer la sección inferior de dientes que perdió. Ha perdido 25 libras de peso ya que mayormente consume líquidos, dijo, ya que casi no puede mover su boca para comer o hablar.
Su hermana dijo que los médicos le dijeron a la familia que su hermano tuvo suerte porque la bala no afectó la arteria principal del cuello por pulgadas.
Ella dijo que cree él sobrevivió para encontrar justicia para Omar y Deq e interceder por las víctimas de tal violencia.
"Todo lo que él quiere es justicia para estos muchachos", dijo ella. "No vamos a parar. … Nadie merece ir como lo hicieron. Tan jóvenes. Tan pronto en una tragedia tan horrible como ésta".
Dijo que Omar se había mudado a Columbus durante el año pasado y viajaba a Rochester a menudo. Sus hermanos y Deq estaban muy allegados, y el torneo en Ohio era uno de dos en que ellos jugaban cada año. Omar había competido en el torneo en Columbus desde los 13 años de edad, observó su hermana.
"Le encantaba el soccer. … Su sueño era jugar profesionalmente algún día", dijo refiriéndose a su hermano asesinado mientras sollozaba. "Es difícil dormir en la noche. Todo lo que veo es la cara (de Omar) y lo que sufrió, y no estábamos ahí para ayudarlo y protegerlo. Sigo viendo estas imágenes. Rompe el corazón. … Él era muy bueno".
Para mantener su legado de jugar soccer y ayudar a los jóvenes en la comunidad, la familia espera crear una fundación en memoria de él y Deq y auspiciar un torneo de soccer anualmente. El dinero recaudado se usará también para ayudar a Ali Abdulkadir Ali a recuperar de sus lesiones tanto físicas como emocionales, añadió Hani Abdulkadir Ali.