ROCHESTER — La vivienda es un derecho humano.
Esa es la postura de los miembros de Take Back the Land (Reclama de Tierra), que creen que la vivienda y la propiedad de la tierra deben estar controladas por la comunidad y no los bancos, dijo Ryan Acuff, miembro de la organización que tiene capítulos por todo el país.
El grupo organiza protestas pacíficas a nombre de los dueños de hogares amenazados con desahucio, dijo. En los pasados cinco años, Take Back the Land ha ayudado a alrededor de 100 personas, observó Acuff.
"Estamos luchando para mantener a las personas en sus hogares", dijo. "La gente puede ser desahuciada arbitrariamente".
Esta intercesión es necesaria, ya que millones de personas por todo el país han sido desplazadas desde la recesión del 2008 debido a la crisis de hipotecas, dijo.
"La crisis está ocurriendo aquí mismo", observó. "Queremos hacer brillar una luz".
Los miembros del grupo recientemente hicieron brillar esa luz sobre Elizabeth McGriff, que había recibido notificación de desahucio de su hogar en Cedarwood Terrace en la ciudad. Ellos se manifestaron enfrente de su casa el 10 de noviembre a pesar de que horas antes ella había recibido notificación de que el Departamento del Sheriff del Condado de Monroe había suspendido el desahucio, la segunda vez que MidFirst Bank, titular de la hipoteca, ha suspendido los desahucios después de anular la hipoteca de la casa el año pasado.
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Los oficiales del banco no respondieron a solicitudes de comentarios.
No es raro que los bancos llamen a la policía para desahuciar a los propietarios de hogar, dijo Acuff. La policía es llamada en tales situaciones porque un propietario que se niega a abandonar su vivienda desposeída se considera como una violación, y tal situación se considera como un proceso legal, observó Baye Muhammad, comisionado de desarrollo del vecindario y negocios de la ciudad.
Cuando más de 30 personas se reunieron enfrente de la casa de McGriff, Acuff y otros miembros de Take Back the Land gritaron, "¿Qué hacemos cuando los bancos atacan? Peleamos", y "Nos apropiamos. No desahucios. No ejecuciones hipotecarias".
McGriff dijo que ella es dueña de su hogar y ha vivido en la casa de dos pisos por 15 años. Su odisea comenzó cuando la recesión azotó y ella perdió su empleo como gerente de caso en una organización sin fines de lucro. Ella se atrasó en los pagos de la hipoteca, y ella dijo que el banco no quería negociar con ella los pagos que ella podía costear y persiguió la ejecución de hipoteca en el 2012. Ella fue notificada en julio 2014 que el banco estaba subastando su casa. La oferta inicial era $500, y ella ofreció $600. El banco hizo una contra oferta de $115,000, dijo.
"Ellos simplemente quieren que yo salga", dijo. "Mi esperanza es que podamos llegar a un acuerdo para poder quedarme en mi casa".
Acuff explicó que una organización local está trabajando para comprar la propiedad de modo que McGriff pueda quedarse en su hogar a través de una clausula del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos que protege a los ocupantes de hogar en ejecución de hipoteca, de acuerdo a información en http://1.usa.gov/1jhXsuk.
Tener a Take Back the Land de su lado ha sido de ayuda ya que ella había estado luchando con el banco por sí sola, porque ella ganaba demasiado para calificar para ayuda de Legal Aid y no podía pagar por servicios legales, dijo McGriff.
Durante la manifestación del 10 de noviembre, Rajesh Barnabas (derecha) se inscribe para recibir información del grupo Take Back the Land.
"No hay lugar para las personas que no pueden pagar a un abogado", dijo. "Caí justo entre las grietas".
Ella anima a cualquiera que se encuentre en una situación similar a contactar a Take Back the Land, que la ha ayudado con el papeleo y le ha proporcionado apoyo moral, dijo McGriff.
"Mucha gente no tiene el poder", dijo de los propietarios de hogar que tienen tratos con los bancos grandes. "(Sin embargo) la gente puede ponerse de pie y luchar".
La lucha de Take Back the Land incluye luchar por los inquilinos a través de las ordenanzas de Just Cause Eviction Protection (Protección de Desahucio Justa Causa) que han sido adoptadas ya en ciudades grandes tales como Seattle y San Francisco, dijo Acuff. Los estatutos de Just Cause protegen a los inquilinos contra el desahucio permitiendo que los caseros desahucien solamente por ciertas razones, tales como no pagar el alquiler o por violación de los términos del alquiler, y no porque la titularidad de la casa donde viven cambie de dueño, de acuerdo a información en http://oregoncat.org/what-we-do/campaigns. Muhammad dijo que Rochester no pudo tomar en cuenta tal ordenanza porque las acciones casero-inquilino están dictadas por la ley estatal. En Nueva York, un casero puede desahuciar solamente siguiendo los procedimientos de corte, de acuerdo a información en https://www.ag.ny.gov/sites/default/files/pdfs/publications/Tenants_Rights.pdf.
Joe Martínez, oriundo de Rochester, se enfrentó a una situación difícil cuando la casa donde él alquilaba un apartamento fue vendida a un banco. Dijo que de no haber sido por las protestas e intercesión de Take Back the Land, él y su hijo de 12 años de edad hubieran estado en la calle unos días antes del Día de Acción de Gracias el año pasado. Pero porque la organización le ayudó en el proceso legal, su alquiler fue honrado y se quedó en su apartamento hasta que venció en abril.
Se solicitó que el banco donara la propiedad a través de un programa para veteranos, dijo Martínez, que sirvió en la Guardia Nacional del Ejército de Estados Unidos. Pero el banco rehusó, añadió.
"No es justo cuando los bancos ponen la ganancia sobre la gente y familia", dijo. "La gente lo permite. El gobierno lo permite, a pesar de que nosotros los rescatamos (a los bancos)".
La situación de Martínez no ha mejorado, y él está esperando obtener un apartamento a través de un programa de albergue local, dijo.
"Hemos estado técnicamente sin hogar desde entonces, quedándonos con amigos", dijo. "Se llama surfear los sofás".
Si Rochester adoptara la protección Just Cause para inquilinos como Martínez, tal ordenanza protegería a más de 120,000 personas en la ciudad y ayudaría a reducir las tasas de falta de hogar, observó Acuff.
"La vivienda es un derecho humano, no una ventaja", dijo Acuff. "Estamos luchando para cambiar las leyes de vivienda. Pero también es una lucha más grande por la justicia racial y económica".