ROCHESTER — El Dr. John "Lory"Ghertner inicialmente rechazó el premio White Dove (Paloma Blanca) del Comité de Rochester sobre Latinoamérica (ROCLA) cuando lo llamaron para anunciarle que lo había recibido.
"Lo rechacé porque no pienso que debo ser premiado por lo que está pasando", dijo él antes de la presentación del premio el día 19 de marzo, refiriéndose a la difícil situación de los trabajadores migrantes locales y a las peticiones locales para que haya una reforma de las leyes de inmigración. "Se debe honrar a todas las personas involucradas…Debe ser para los trabajadores del campo, que son la razón por la que me hallo aquí".
Pero Gail Mott, miembro del comité de dirección de ROCLA lo convenció de que aceptara, diciéndole que su premio promovería la justicia para los trabajadores del campo, añadió Ghertner. El premio reconoce los esfuerzos de Ghertner para defender a los trabajadores del campo del área de Sodus, muchos de los cuales son mexicanos, que fueron detenidos por oficiales de la Patrulla Fronteriza de los EE.UU. cuando se dirigían a oír la Misa en la Iglesia de la Epifanía. En el 2008, Ghertner y otros residentes de Sodus, y eventualmente miembros de varias religiones, comenzaron un grupo de Vigilancia de la Iglesia, para vigilar de manera que los trabajadores pudieran ir a Misa. Él también ayudó a desarrollar los Servicios de Apoyo a los Migrantes, para abogar y proporcionar apoyo para las necesidades de emergencia de los trabajadores, y un programa de Muchachos para la Universidad, que le da apoyo y aliento a los estudiantes migrantes para que vayan a la universidad.
Durante la 22a Comida Anual de Arroz con Habichuelas celebrada en la Iglesia Downtown Presbyterian, ROCLA también honró a la Hermana Ursulina Diana Ortiz, fundadora de la Coalición Internacional de Abolición de la Tortura y de Apoyo a los Sobrevivientes, con su Premio Internacional de la Paloma Blanca. La Hermana Ortiz, que conta de su historia en "The Blindfold’s Eyes: My Jouney from Torture to Truth (Los Ojos Vendados: Mi Viaje de la Tortura a la Verdad, no pudo asistir por cuestiones de familia. Malcolm Bell, un abogado que esta escribiendo un libro que incluye el cuento de la Hermana Ortiz, aceptó el premio en su lugar y también recibió un premio para él.
"Hemos honrado a alguien local y a alguien internacional que han hecho un trabajo importante a favor de la justicia, particularmente de la paz y la justicia", dijo Mott durante una entrevista telefónica el 18 de marzo.
En una declaración por correo electrónico, la Hermana Ortiz dijo que ella también compartía el premio con otros que habían sufrido como ella cuando fue secuestrada y torturada en Guatemala en el 1988. Durante la Comida de Arroz con Habichuelas, su historia fue contada por Bell, y se mostraron recortes de noticias sobre el caso.
"El premio no es para mí sola, sino para todos los que, aunque fueron torturados, no se rindieron ante la tortura, sino que usaron esa experiencia indescriptible como motivo para confrontar la tortura dondequiera que ocurra en el mundo", dijo la Hermana Ortiz, que es actualmente directora de la oficina de Washington de Pax Christi USA. "Cuando reciba el premio Paloma Blanca, me acompañarán mis hermanas y hermanos cuyos gritos oí en una cámara de tortura clandestina en Guatemala. Prometí no olvidarlos nunca. El trabajo que hago a favor de los derechos humanos es un esfuerzo para cumplir esa promesa".
Al dar el premio local de la Paloma Blanca a Ghertner, Mott lo llamó "justicia en acción". Ghertner dijo que recibía el premio con mucha humildad.
"Muchas personas se merecen este premio al igual que yo", dijo él y mencionó a su esposa Nancy, a Gail y Peter Mott, a la Hermana de la Misericordia Janet Korn, a Ruth Putnam Marchetti de Caridades Católicas y a muchos otros presentes.
"Recibo llamadas todos los días: "Por favor ayúdeme", dijo él. "Por favor ayúdeme, (mi pariente) ha sido detenido". "Por favor, ayúdeme, no tenemos comida", "Por favor, ayúdeme, no tenemos ropa". Por favor, ayúdeme, no tengo zapatos para mis hijos". Y esto está pasando en todos los Estados Unidos debido a nuestra política de inmigración.
Ghertner fue el primer residente que reaccionó ante la injusticia de que un migrante fuera detenido por la Patrulla Fronteriza cuando se trasladaba en bicicleta para ir a Misa el domingo en la Iglesia de la Epifanía, dijo la Hermana Korn en un correo electrónico el 24 de marzo.
"John no es católico, pero tomó muy en serio la injusticia que se hace a los trabajadores migrantes y él sólo desarrolló lo que ha sido llamado la Vigilancia de la Iglesia", observó ella. "Él reunió a la comunidad para que se identificara con la comunidad migrante, sin tener en cuenta la raza ni la religión. Él avisó a todas las comunidades de fe y generó una respuesta compasiva de muchas personas de la localidad".
En referencia a los Servicios de Apoyo a los Migrantes, Ghertner empezó a examinar otros problemas relativos a la comunidad migrante, tales como cómo ayudar a las familias cuyos parientes eran deportados y cómo encontrar a los parientes que habían sido detenidos, añadió la Hermana Korn, directora del ministerio urbano de la oficina de Ministerios de Apoyo a las Parroquias de la Diócesis de Rochester. Él también organizó servicios de oración, demostraciones en las oficinas de la Patrulla Fronteriza, charlas y caminatas, y también coordinó la distribución de comida a más de 50 familias que no podían satisfacer sus necesidades por sí mismas.
Ghertner informó "a la comunidad de las injusticias que se cometían contra los trabajadores del campo y del miedo que estaba llenando a la comunidad migrante", comentó ella. "John abogó ante los dirigentes locales y los legisladores estatales y federales, constantemente. Él les habló sobre la difícil situación de los trabajadores migrantes a todos los que lo quisieron oír y a los que no lo querían oír también".
Fue por medio de su trabajo como médico rural que conoció a los trabajadores migrantes, que eran principalmente afroamericanos cuando él empezó a practicar la medicina en una clínica en Sodus hace más de tres décadas, le contó Ghertner a El Mensajero Católico. Aprendió más sobre las injusticias que confrontaban cuando su esposa, Nancy, empezó a trabajar en el documental "After I Picked the Fruit" (Después que coseché la fruta), sobre la vida de las mujeres migrantes.
Como alguien que se crió como judío en Nashville, Tennessee, Ghertner dijo que él estaba familiarizado con vivir separado de la comunidad mayoritaria. Cuando cumplió 18 años, él sólo había visitado dos o tres casas de personas que no eran judías, comentó Ghertner. Y recuerda haber visto a muchas mujeres afroamericanas bajar de un autobús, camino de sus trabajos como criadas, añadió él.
"Ser criado como una persona judía en el Sur, le da a uno una sensibilidad diferente", dijo Jim Wood, un amigo de Ghertner desde hace 30 años, quien dijo que el premio de la Paloma Blanca de Ghertner estaba bien merecido.
Ghertner vino al área de Rochester cuando le ofrecieron ser un interno, y luego un residente, en el Hospital Strong Memorial. Más tarde, él llegó a ser director del Departamento de Salud Pública del Condado de Wayne, y empezó a ir a los campos de trabajadores migrantes.
"Entonces fue cuando ví como eran las cosas", dijo él. "Pero fue verdaderamente mi esposa quien me involucró emocionalmente debido a su proyecto con la película".
Él compara su compromiso y su pasión por luchar por una política federal justa de inmigración, al sentido de obligación que impulsaría a un médico a parar cuando ve un accidente en su camino.
"Es exactamente lo mismo", añade él. "Cuantas veces va uno a ver a su vecino ser detenido, y esposado, antes de decir: "Basta".