Por Cindy Wooden
Catholic News Service
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Muchas personas hacen preparativos especiales para darle la bienvenida a un huésped especial y después de observar lo que funcionó y no recientemente en Ecuador, Bolivia y Paraguay podría servir de guía en la preparación para la visita del papa Francisco a los Estados Unidos, el próximo mes de septiembre.
Algunos de los planes, sin embargo, requerirán ajustes de sentido común, especialmente porque es muy probable que integrantes del Servicio Secreto de los Estados Unidos miren con recelo ciertas prácticas, como el aventarle objetos al papa, fenómeno que le ocurre al papa Francisco con mayor frecuencia que a papas anteriores. En el Vaticano, los objetos lanzados se catalogan como camisetas de futbol soccer y bufandas, aunque en Ecuador fueron pétalos de flores, muchos pétalos.
Después de haber observado al papa Francisco en su viaje a tres países de Sudamérica, del 5 al 12 de julio, se pueden sacar conclusiones claras:
— Al papa Francisco le gustan las muchedumbres. Cuando se inicia un evento el papa muestra un rostro serio, pero se le ilumina inmediatamente que empieza a saludar a la gente, a bendecirla, a besar y dar abrazos. Y quienes llegan primero son las personas con alguna desventaja física, los enfermos y bebés inquietos.
— Al papa no le molesta que le den abrazos pero no le gusta que la gente se le acerque en carrera. Cuando una religiosa, en la catedral de Nuestra Señora de la Paz, en la ciudad de La Paz, se le corrió hacia, el 8 de Julio, el papa Francisco se hizo a un lado y la calmó con un movimiento de manos. Al final, sin embargo, sí logró recibir la bendición del papa.
— Durante la Misa, el papa Francisco permanece serio. El foco de atención suyo y el que quiere que los asistentes tengan es Jesús, que está presente en la Eucaristía. En Misas públicas celebradas durante sus viajes, el papa se apega al texto escrito preparado para su homilía, aunque de vez en cuando levanta la mirada y repite algunas palabras para darle énfasis a su explicación.
— En su agenda de viajes, el papa procura reunirse con sacerdotes, religiosos y seminaristas, tanto en Italia como en países del exterior. En Cuba y en los Estados Unidos las reuniones serán durante la celebración de vísperas, el 20 de septiembre en la Habana y el 24 del mismo mes en Nueva York. En el canto o recitación de vísperas, como en la Misa, el papa Francisco tiene la tendencia de leer un texto escrito de antemano;sin embargo, cuando las reuniones se llevan a cabo fuera del contexto de liturgias formales, nunca sigue un texto preparado, incluso si llega a tocar los puntos principales del texto preparado como sucedió en Bolivia, el 9 de julio.
— El papa Francisco ha dicho que necesita descansar 40 minutos después de la comida del medio día, y en su agenda oficial siempre se incluye por lo menos una hora de descanso. Empero, como lo suele hacer en sus tardes "libres" en el Vaticano, el papa aprovecha los descansos para reunirse a solas con amigos, conocidos o jesuitas. De hecho, en sus viajes al exterior, siempre se incluyen reuniones privadas con hermanos jesuitas, aunque en Sudamérica, en una de sus reuniones, en Guayaquil, Ecuador, se incluyó formalmente una comida dentro de su agenda. A pesar de ello, también pasó tiempo que no contaba en la agenda con jesuitas en la Universidad Católica de Quito, el día siguiente. En Paraguay hizo una visita no programada a 30 de sus hermanos en Asunción y después se dirigió a la escuela contigua de Cristo Rey para reunirse con más de 300 alumnos de las escuelas jesuitas.
— En Sudamérica, el papa Francisco pidió expresamente que sus reuniones con los obispos fueran privadas, informales, semejantes a la forma en la que dirige las visitas regulares "ad limina" de los obispos que se presentan en el Vaticano para rendir informe sobre el respectivo estado de su diócesis. Para las visitas "ad limina", se distribuye un texto un tanto general sobre el respectivo país y la comunidad católica del lugar, para después iniciar la conversación. Cuando el papa presenta un discurso formal ante un grupo de obispos, sus palabras podrían parecer críticas;pero, en realidad, el tono tiende a ser el que se usa con "compañeros obispos" y sus palabras son más un examen colectivo de conciencia que un regaño.
— En sus discursos en general, el papa Francisco acostumbra destacar, sea ante presidentes, dirigentes cívicos o de negocios, jóvenes e incluso, por ejemplo, prisioneros en Bolivia, lo que se ha hecho bien y seguir con lo que se puede edificar sobre ello. Es una combinación de una palmadita en los hombros y un empujoncito hacia adelante. Y no obstante que la prisión boliviana de Palmasola es notoria por sus difíciles condiciones y a pesar de que el papa pidió una reforma judicial en el país, también les dijo a los prisioneros: "La forma como ustedes viven juntos acá depende hasta cierto punto de ustedes mismos. El sufrimiento y las privaciones nos pueden hacer egoístas de corazón y pueden llevarnos a confrontaciones".
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