Por Lise Alves
Catholic News Service
SAO PAULO — Un mes antes del inicio del Sínodo de los Obispos sobre la Amazonía, el obispo emérito Erwin Krautler de Xingu dijo que el gobierno de Brasil no debe tener miedo de las conversaciones que se desarrollaran en Roma.
“El sínodo es para y por los obispos. Los debates serán sobre asuntos de la iglesia, no sobre temas de un país soberano”, dijo el Obispo Krautler el 4 de septiembre en una entrevista radial a nivel nacional.
Desde mediados de agosto, Brasil ha estado involucrado en una crisis, debido al vasto incendio de la selva amazónica este año. El presidente brasilero Jair Bolsonaro ha insinuado que las organizaciones no gubernamentales, muchas de carácter internacional, eran las responsables del incendio generalizado.
También ha insinuado que la amplia cobertura de los medios de comunicación es el resultado de “poderes extranjeros” que quieren internacionalizar la selva.
El Obispo Krautler dijo que si los funcionarios del gobierno leyeran la encíclica del 2015 “Alabado Seas” (Laudato Si) del papa Francisco sobre el Cuidado de Nuestra Casa Común verían que el texto explica cómo la iglesia se expresa sobre la situación medioambiental.
Afirmó que la preocupación del gobierno de Brasil en cuanto a perder la soberanía de la región amazónica es exagerada.
“La Amazonía es de interés global —dijo— pero no es una cuestión de soberanía (derechos). Nadie cree que la Amazonía debe ser internacionalizada. Eso es absurdo. No sé de dónde ellos (funcionarios del gobierno) sacaron esa idea”.
El obispo Krautler describió “Alabado Seas” como un manual de trabajo basado en las conversaciones de la iglesia con varios sectores de la sociedad.
El obispo, quien ha estado en la región de la Amazonía por más de cinco décadas, dijo que la gente que vive fuera de la selva tiene poco conocimiento de cómo es la vida en esa región.
“La visión que uno (el mundo) tiene de la Amazonía está equivocada”, dijo. “La Amazonía se ha vuelto una competencia… una competencia por la madera, una competencia por los minerales… la última frontera agrícola”, dijo.
El obispo, quien habla con frecuencia contra el desarrollo de edificaciones, los agricultores y leñadores que degradan la selva amazónica, ha estado en una lista negra al menos por una década y ha estado bajo protección policial.
El Obispo Krautler jugó un rol importante en ayudar a que se hiciera justicia con los asesinos de la hermana Dorothy Stang, de la congregación de las Hermanas de Notre Dame de Namur, quien fue asesinada en 2005 por su trabajo con los campesinos sin tierras en la región de la Amazonía.
Dijo que el sínodo de octubre programado por el Papa Francisco, tiene el objetivo de unir a los obispos de nueve países que conforman la región amazónica.
“Debatiremos asuntos de la iglesia. Tenemos una misión, una obligación de luchar por nuestra casa común”.
El documento de trabajo del sínodo toca brevemente el tema de permitir que los sacerdotes se casen. Según el Obispo Krautler, el asunto de la región de la Amazonía se enfoca principalmente en el acceso a la Misa.
“La Eucaristía que celebramos cada domingo, es el centro de nuestra fe”, dijo. “Sólo aquí en Xingu tenemos 800 comunidades y solamente 30 sacerdotes, varios de los cuales ya tienen más de 70 años”.
“La cuestión, entonces, es cómo podemos darles la Eucaristía (dominical) a todas las comunidades, o al menos durante las importantes festividades católicas, como Pascua y Navidad”, dijo.
“Los sacerdotes aparecen en algunas de estas comunidades dos o tres veces por año. Es insostenible”, agregó.
El Obispo Krautler dijo que el sínodo tiene dos objetivos: uno es debatir los nuevos caminos para la iglesia en la región y el segundo es debatir la ecología integral.
“Los obispos de la región amazónica conocen la Amazonía mucho mejor que los políticos”, dijo. “Ellos tienen la obligación de hablar y debatir lo que es fundamental (para la región)”.