Por Wallice J. de la Vega
Catholic News Service
SAN JUAN, Puerto Rico (CNS) — Los obispos católicos de Puerto Rico han llamado a sus compañeros católicos, a "nuestros hermanos y hermanas de todos los credos" y a "toda persona de buena voluntad" a "asumir discernimiento" ante la elección general del 8 de noviembre.
Los obispos hicieron sus comentarios el 6 de octubre en una declaración de 10 páginas sobre la elección a la luz de las condiciones económicas actuales de la isla y su "nueva realidad sociopolítica".
El documento, titulado "Puerto Rico: hora de fe y de esperanza", fue emitido por la Conferencia Episcopal Puertorriqueña y usa la doctrina eclesiástica como una guía para votantes. Este fue firmado por los líderes de la arquidiócesis y las cinco diócesis de la isla.
"Toda la estructura del modelo político y económico en el que se ha basado nuestro desarrollo en las pasadas décadas ha perdido su legitimidad y su eficacia", escribieron los obispos.
Ellos dijeron que "los signos de los tiempos" muestran que puerto Rico está "en uno de los momentos más críticos de su historia", incluyendo "la autoridad de una junta de control fiscal nombrada por el presidente de los Estados Unidos", lo cual ellos llamaron "un reflejo de nuestra cruda condición colonial" que "exige un rechazo inequívoco".
"Su superación es una tarea ineludible", los obispos dijeron.
La Junta de Supervisión y Administración Financiera fue autorizada por la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico firmada como ley por el presidente Barack Obama en junio. La junta comenzó a operar el 30 de septiembre. En términos prácticos, esta tiene total control del gobierno local.
"Ha llegado la hora de decir ‘no’ al colonialismo histórico que se ha acompañado de leyes injustas como las de cabotaje, la demagogia partidista, la mentira y el oportunismo de muchos líderes e inversionistas", dice el mensaje de los obispos. "Con el papa Francisco, decimos ‘no’ a estas viejas y nuevas formas de colonialismo que reduce a los países pobres a meros proveedores de materia prima y trabajo barato, engendra violencia, miseria, migraciones forzadas y todos los males que vienen de la mano".
Citando el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, los obispos puertorriqueños mencionaron algunas de las "características esenciales" para tener un orden social verdaderamente democrático, como el derecho al voto y el control sobre los gobernantes, la promoción de la persona, creación de espacios en los que se materialice esa participación y el sentido de la corresponsabilidad, responsabilidad de los gobernantes de rendir cuentas de su proceder … y el respeto de los plazos electorales.
Ellos dijeron que el compendio, que provee un repaso conciso y completo de la doctrina social de la iglesia, "llama nuestra atención a que el modelo de gobierno democrático no se limita a la estructura formalista de las relaciones jurídicas entre estado y ciudadanos, ni tampoco a la mera participación electoral. Responde a una serie de valores en los que se funda la vida social y que garantizan el desarrollo pleno de la persona en su dignidad y sus derechos".
Los obispos llamaron "cada vez más urgente" la participación activa del pueblo para contribuir a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad — un tipo de acciones-reacciones hacia una "conversión moral" de individuos e instituciones, ellos dijeron.
"Recordemos que el ser ciudadano es una virtud y la participación en la vida política es una obligación moral", ellos escribieron. "Pero convertirse en pueblo es todavía más, y requiere un proceso constante en el cual cada nueva generación se ve involucrada".
"Hora de fe" criticó los enfoques ideológicos de los partidos respecto al gobierno, la corrupción endémica, los abusos de poder, la impunidad política, las restricciones a las libertades fundamentales, la crisis de identidad nacional, la contaminación ambiental y otros problemas locales.
Los obispos usaron el asunto de la severa división política actual como una oportunidad para proponer una vez más "refundar la patria". Ese esfuerzo, ellos dijeron, puede comenzar desde "nuestra identidad, cultura y raíces cristianas; de la herencia taína, africana, española y nuestra tradición latina. Pero también, destacando aquello bueno de la relación con Estados Unidos, como es la libertad religiosa, la democracia, las libertades individuales y su tradición educativa".
"Para esto (la refundación), también es necesario un proceso de conversión personal y pastoral que nos lleva y se fundamenta en el encuentro personal con Jesucristo, en el que todos los fieles, junto a sus pastores, nos insertemos…".
"Hora de fe" fue ampliamente ignorado por la prensa puertorriqueña. Un programa radial de análisis político, difundido por la red católica de radio y televisión local, reseñó el mensaje de los obispos.
Néstor Duprey Salgado, historiador y analista político, dijo que el documento ofreció "una reflexión necesaria para los católicos puertorriqueños en cuanto a su accionar político".
"Hablo en mi condición de católico, es una lectura obligada para los laicos que participamos en el proceso político", él añadió.
Carlos Gallisá Bisbal, exmiembro de la cámara de representantes local y durante mucho tiempo defensor de la independencia de Puerto Rico, estuvo de acuerdo. "No recuerdo ninguna declaración de los obispos puertorriqueños con tanta fuerza, tanta precisión y tan claramente expuesta su posición ante la situación del país", él dijo.
Ambos analistas dijeron que esta fue la primera vez que la Conferencia Episcopal Puertorriqueña, como organismo eclesiástico, rechazó el estado colonial de la isla.
"Es un paso de adelanto enorme en la orientación de la iglesia", dijo Gallisá Bisbal. "Los comentarios de los obispos recogen los problemas principales del país dentro de la política puertorriqueña. Creo que los otros segmentos religiosos deberían unirse a esta cruzada que comienzan hoy los obispos puertorriqueños.
"Es importante clarificar", dijo Duprey Salgado, "que la Iglesia Católica no le dice a sus feligreses cómo votar. Solamente les señala líneas de acción y orienta a los fieles sobre el magisterio de la iglesia en asuntos particulares".
"Hora de fe" fue firmado por el arzobispo Roberto O. González Nieves de San Juan, presidente de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña; los obispos Álvaro Corrada del Río de Mayagüez, Eusebio Ramos Morales de Fajardo-Humacao, Rubén A. González Medina de Ponce y Daniel Fernández Torres de Arecibo; y padre Antonio Cartagena Veguilla, administrador de la Diócesis de Caguas.