JERUSALÉN — Cuando los visitantes se detienen en la Pared Occidental en la Ciudad Vieja de Jerusalén, decir una plegaria es el primer paso antes de acercarse a la pared, que abre a una plaza grande.
La plegaria fue dicha por un grupo de miembros de la Asociación de Prensa Católica que visitó la pared el 9 de noviembre dirigido por el guía turístico Gideon Har-Hermon. Baruch Atah Adonai (Alabado seas, eterno Dios nuestro), así comenzó.
Los miembros del grupo entonces caminaron hacia la pared, los hombres fueron a un área, las mujeres a otra, divididos por una valla baja. A través de la valla, se podía ver a los hombres judíos usando chales de oración con flecos llamados tallits mientras se inclinaban repetidamente hacia la pared sosteniendo sus teffelin (libros de oración) en la mano.
Reunidas en el lado de las mujeres había una gama diversa de visitantes de todo el mundo. Muchas estaban inclinadas en oración profunda, con sus frentes descansando en la pared. Las lágrimas rodaban por las mejillas de algunas de las mujeres. Otras mujeres colocaban sus manos sobre la pared y cerraban sus ojos en oración.
Varias mujeres caminaban hacia atrás al alejarse de la pared hacia un área abierta con sillas y mesas pequeñas con Biblias y Toras.
La tradición de caminar hacia atrás es una manera de demostrar respeto, explicó Ronit, peregrina de Los Ángeles, que no dio su apellido. Dijo que estaba haciendo su segundo peregrinaje a Israel para visitar la familia.
Orar en la pared es una "experiencia muy sagrada", añadió ella. "Es una experiencia muy emocionante".
Cheryl Ault-Barker estuvo de acuerdo. La oriunda de Brooklyn tenía lágrimas en sus ojos al alejarse de la pared.
"He visto respuesta a las oraciones luego de haber hecho mis peticiones en la pared", dijo.
Su viaje con más de 200 personas de Morris Cerullo World Evangelism marcó la tercera visita de Ault-Barker a Israel, dijo.
"Creo que el Espíritu Santo está aquí más que nunca", comentó. "Siento esa presencia".
Las grietas en la pared están llenas de pedazos de papel que contienen las oraciones que representan las esperanzas y los deseos de todos los que vienen. La pared es el lugar más sagrado para los judíos, dijo Har-Hermon, observando que la pared original era más alta que lo que queda. Posteriormente, los musulmanes plantaron cipreses y construyeron la Cúpula de la Roca – un santuario islámico – en el lugar, añadió. La cúpula del Siglo VII se encuentra en el Monte del Templo en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
"Este lugar es especial porque es lo más cerca posible al Santo de los Santos ", Har-Hermón señaló, refiriéndose al lugar del Primer Templo y el Segundo Templo que albergaba el Arca de la Alianza.
Más de 11 millones de personas hacen peregrinajes a la pared anualmente, también llamada "pared de las lamentaciones", observó Casriel Juravel, oriundo de Long Beach, California, que ahora ofrece visitas guiadas de los túneles de la pared. El número total de visitantes es mayor que la población de Israel, que es de alrededor de 8 millones de personas, dijo él.
"¿Por qué es tan importante? ¿Por qué la gente viene a tocar estas piedras"?, preguntó. "Para contestar estas preguntas, uno tiene que ir hacia atrás al principio de los tiempos".
Durante el período del Segundo Templo cuando los romanos controlaban la ciudad, Herodes hizo construir una plataforma en el Monte Moriah — que sirvió de centro comercial — que se extendía a un área de alrededor de 25 campos de fútbol, dijo Juravel.
"Fue un área muy santificada en tiempos antiguos", dijo.
El Rey Herodes el Grande construyó cuatro paredes de retención grandes alrededor de la plataforma, y hoy día la Pared Occidental es la pared de retención original del Monte del Templo.
"La gente siempre trató de venir al Monte del Templo, pero lo más que se podían acercar era a la Pared Occidental después de que los musulmanes construyeron la Cúpula de la Roca, dijo Juravel. "La santidad de la pared se debe a que está tan cerca (al Monte del Templo)".
Posteriormente, explicó él, los romanos destruyeron el templo totalmente. Más tarde, las tribus musulmanas, las cruzadas y los Mamluks, que habían sido esclavos musulmanes, también construyeron plataformas de oración en el área del Monte del Templo.
Hoy día, los restos sobre la tierra de la pared Occidental miden un octavo de la longitud de la pared original de cerca de 1,600 pies.
"Lo que entendemos ahora es que para ver toda su longitud, tenemos que excavar debajo de las casas construidas por los Mamluks" y debajo de los vecindarios residenciales construidos sobre estructuras antiguas de la era del Segundo Templo, dijo Juravel. Y las bases de esas casas están 40 pies por arriba del lecho de roca, dijo.
Un arqueólogo británico empezó la cartografía de los túneles de la Pared Occidental a fines de los años 1800, dijo, y los oficiales israelíes esperan ampliar el acceso a las áreas subterráneas de la Pared Occidental en los próximos cinco años. Pero la excavación involucra mover piedras que tienen 15 pies de ancho y pesan 620 toneladas, explicó Juravel.
A medida que el grupo de prensa católica se trasladaba por los túneles angostos, se detuvo en el punto más cercano en la pared del Santo de los Santos donde se guardaba el Arca de la Alianza. De nuevo los peregrinos se separaron para orar, con los hombres en un lugar y las mujeres en otro.
"Lo que se piensa es que en los momentos de oración debemos tener tan pocas distracciones como sea posible", explicó Juravel. "La gente se puede concentrar en la oración, no en el otro sexo, lo cual puede ser una fuerte atracción para mucha gente".
Sobre la tierra en la pared, Nuvia Canizales, que estaba visitando con un grupo de su Panamá natal, dijo que ella respeta la costumbre judía de separación de hombres y mujeres en oración.
"No tengo problema con eso", dijo. "La idea de que ayuda a concentrarse más en la oración es válida. Pero nosotros pensamos también que es bueno orar como familia".