Programa de reingreso tiene como objetivo hacer una diferencia

ROCHESTER — LaQuinta Williams ha combatido adicciones a alcohol y marihuana toda su vida.

Pero es la lucha con su principal adicción de robo — que ha llevado a 78 arrestos y temporadas en la cárcel — la que se libra en el seno de ella, dijo Williams durante una entrevista el 19 de junio en la casa en la St. Paul Street que alberga a "Out of the Darkness".

Pero el nuevo programa, que empezó en abril a ofrecer servicios de reingreso a mujeres recién salidas de la cárcel o de programas para el tratamiento de abuso de sustancias, ya está haciendo una diferencia para ella, dijo Williams, 53.

Aunque inicialmente ella resistió la ayuda ofrecida por la fundadora del programa Sonia Rodríguez, el apoyo recibido en el corto tiempo que ha estado en la casa ya ha tenido resultados increíbles, Williams y Rodríguez coincidieron.

Las dos mujeres estaban de compras recientemente y otro cliente dejó caer dinero en efectivo. Williams lo recogió y sintió los viejos sentimientos de "el que lo encuentra se queda con ello" asaltando su mente, dijo ella.

En cambio, ella devolvió el dinero.

"Ahora tengo una conciencia", dijo Williams. "Antes de eso, a mi no me importaba".

"Trajo lágrimas a mis ojos", dijo Rodríguez que presenció la interacción. "Pensé, ‘Señor, esto es una mejora.’"

Rodríguez dijo que ella está orgullosa del progreso hecho por Williams y las otras cuatro mujeres que viven en la casa grande, que antiguamente fue la casa parroquial de la Iglesia Santa Brígida. Bethany House, ocupante más reciente, se mudó a un nuevo lugar en Joseph Avenue.

Hope Christian Fellowship en Charlotte compró la propiedad para que Rodríguez, miembro de la congregación por largo tiempo, pudiera llevar a cabo el programa residencial de reingreso. Después del voluntariado con la Comisión del Proceso Judicial, la oriunda de Puerto Rico empezó a desarrollar ministerios — incluyendo un programa de destrezas de costura para el empleo y asesoramiento de abuso de sustancias basado en la fe — para ayudar a las mujeres y hombres que lo necesitan.

La comisión –un grupo voluntario de educadores, abogados y el clero que aboga por la justicia social dentro del sistema legal — provee ayuda para el reingreso a mujeres que salen de la cárcel. Rodríguez añadió que viendo la necesidad de ayudar con el proceso de reingreso fue lo que condujo a la creación de "Out of the Darkness".

La comisión envió a Genevieve Pérez al programa de Rodríguez después de un arresto por robo. Pérez dijo que ella robaba para sostener su hábito de drogas.

"Lo mejor que me pudo pasar fue estar encarcelada por diez meses", observó Pérez, 43. "No he tomado cosa alguna que no me pertenece desde que fui a la cárcel".

Pérez dijo que su batalla con la adicción es también una batalla de la familia, ya que sus ocho hermanos han participado en algún tipo de abuso de sustancia. Añadió que dos murieron a causa de sus hábitos.

Pérez, que se crió en Brooklyn, dijo que ahora está libre de sustancias, y el apoyo que recibe de Rodríguez y las otras residentes en la casa le ayuda con su objetivo de mantenerse "limpia."

"Estoy aprendiendo a cuidar de mí misma … y aquí hay mucha espiritualidad", dijo. "Aquí hay mucho apoyo. Y estoy aprendiendo a seguir las reglas. Antes, yo no seguía las reglas, pero eso seguía causándome problemas. Estoy aprendiendo a seguir las reglas… y eso me ayuda mucho".

Las reglas de la casa del programa incluyen llegar a la casa para las 5 p.m., no recaer en el uso de drogas o alcohol, acceder a que se le hagan pruebas de drogas y alcohol al azar, explicó Rodríguez. Añadió que las mujeres están libres para asistir a sus grupos de apoyo, ir a citas o hacer diligencias hasta las 5 p.m. Cuando regresan a la casa, ellas cenan juntas y pasan el resto de la noche en el estudio de la Biblia o escuchando conferenciantes invitados. Ellas toman turnos para cocinar y hacer la limpieza.

Rodríguez y su esposo, Luis, supervisan las operaciones y mantienen el horario diario para las mujeres. Las reglas suponen un reto para algunas, añadió Rodríguez, ya que tuvo que pedir a dos mujeres que salieran de la casa. Pero las reglas encajan con los objetivos del programa de proveer estructura, apoyo y espiritualidad, observó.

"Todo el mundo es diferente; (este trabajo) no es fácil", Rodríguez dijo. "Ellas tienen que ser responsables".

A medida que el programa trabaja también para encontrar fuentes de financiamiento para añadir personal pagado, Rodríguez dijo que es afortunada porque recibe donativos de alimentos de Samaritan Harvest y Open Door Mission.

Samaritan Harvest, un grupo compuesto de varias denominaciones que distribuye alimentos, se alegra de ayudar al nuevo programa de Rodríguez porque ella está satisfaciendo una gran necesidad en la comunidad, dijo Grant Wolfe, fundador de Samaritan Harvest.

"Este alcance es importante porque no hay suficientes programas en la ciudad para ayudar a las mujeres de cualquier manera ya sea que salgan de la prisión o no tengan hogar", dijo Wolfe. "Realmente, no hay suficientes camas para (estas) mujeres en la ciudad".

La Monroe County Re-entry Task Force también provee recursos para los aproximadamente 2,500 hombres y mujeres que regresan a la comunidad al salir de la cárcel o prisión cada año, de acuerdo a www.cfcrochester.org/pg/reentry-task-force. El grupo de trabajo es una colaboración conjunta entre la División de Servicios de Justicia Penal Estatal, la oficina de la Ejecutiva del Condado de Monroe y el Centro Católico Familiar (CFC).

CFC también ofrece un programa de servicios directos llamado "Prodigal Sons and Daughters, o sea, Hijos e Hijas Pródigos", cuyo objetivo es evitar que la gente retorne a la prisión o al abuso de sustancias al igual que lo hace el programa de Rodríguez. El programa del CFC tiene un índice de reincidencia de 11 por ciento.

Rodríguez dijo que el programa "Out of the Darkness" está viendo el fruto de su labor florecer ya que las mujeres han empezado a compartir sus talentos, incluyendo poesía, oratoria y pintura.

"Es increíble los talentos que tienen las mujeres", ella dijo.

Jacqueline Johnson, originalmente de Texas, dijo que agradece a Dios que dio la visión a Rodríguez para crear este programa. Un amigo de la iglesia envió a Johnson, 49, a Rodríguez, añadió.

"Había perdido mi apartamento y todo estaba en ruinas", explicó Johnson, que ha estado combatiendo adicción a cocaína y crack desde que era una adolescente joven. "Dios puso algo en su cabeza (la de Rodríguez) para darme un lugar donde puedo estar y recibir ayuda para poner mi vida en orden".

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