Randy Phillips, amoroso padre de tres y ejecutivo de cuenta de publicidad para los periódicos el Catholic Courier y El Mensajero Católico, murió súbitamente el 29 de diciembre a la edad de 49 años.
Los familiares y compañeros de trabajo alabaron al Sr. Phillips por su naturaleza alegre y su sonrisa contagiosa.
"Eso es algo acerca de mi hijo que todo el mundo recuerda", dijo su madre, María Dolores Phillips.
El Sr. Phillips nació en Luisiana en el 1965 pero creció en Denver, Colorado. Hijo único, siempre disfrutó los deportes y le gustaba jugar béisbol, baloncesto y fútbol, dijo su madre.
Su madre añadió que a él le gustaba jugar mucho pero también era un buen trabajador. Él aprendió a una edad temprana que ganar un salario le permitía comprar las cosas que quería.
"Randy siempre tuvo un trabajo a jornada parcial después de la escuela. Él siempre estuvo trabajando", recordó ella.
Después de graduarse de escuela secundaria, el Sr. Phillips siguió trabajando arduamente en el campo de negocios, donde estuvo involucrado en fusiones y adquisiciones, dijo su madre. Más tarde él se involucró en análisis financiero y actividades empresariales, añadió su anterior esposa, Melissa Phillips.
El Sr. Phillips y su familia salieron de Colorado en el 2000 y vivieron en Florida por algún tiempo antes de establecerse en Nueva York, donde se unió al personal de los periódicos Catholic Courier y El Mensajero Católico en septiembre del 2008.
Cuando no estaba trabajando, el Sr. Phillips disfrutaba de pasar tiempo con sus tres hijos — Nicco, 15; Aliyah, 13; y Joey, 8. Cuando no estaba con sus hijos, a menudo hablaba y compartía historias sobre ellos.
Él también era un fanático ávido de deportes, añadió Melissa Phillips. Aunque a él le gustaba especialmente el fútbol, también le gustaba mirar cualquier clase de deporte, dijo ella. Le gustaba la naturaleza y pasar tiempo al aire libre dijo su madre.
El Sr. Phillips tenía una naturaleza amante de la diversión, fácil de llevar, que es lo que probablemente será lo que se recuerde de él, dijo Melissa Phillips.
"Tenía una manera excelente para hacer que la gente se sintiera a gusto. Era fácil para hablar con él, era encantador y tenía un gran don de gente", dijo.
También él era bueno y generoso, añadió su madre.
"Randy tenía una personalidad excepcionalmente bella", dijo ella. "Lo que la gente recuerda más es su sonrisa, y que era muy caballeroso".
"En una convención una vez, Randy se indignó cuando un hombre que estaba sentado a su lado habló irrespetuosamente a una mujer", recordó Karen Franz, administradora general/editora del Courier y El Mensajero. "Randy era encantadoramente a la antigua en ese sentido, era muy caballeroso. Pero también tenía un gran sentido de humor y diversión".
Franz dijo que el personal del periódico estuvo en shock por la muerte súbita de su colega. "Echamos mucho de menos a Randy", dijo. "Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia, especialmente sus queridos hijos".
Además de su madre, hijos y anterior esposa, al Sr. Phillips le sobreviven su padre, Mose David Phillips; miembros de la familia en Denver; y primos en Arizona.
Unas honras fúnebres privadas se llevarán a cabo en Denver en una fecha posterior.
